El Mercedes-Benz Stadium sabe retumbar. Antes de que se tuviera que jugar sin aficionados presentes, los equipos que viajaban a enfrentar al Atlanta United FC tenían bien entendido que la afición es su 12º jugador.
Y ahora, con una capacidad potencial de hasta el 50 por ciento, la afición que recibirá al Chicago Fire en su primer partido de visitante podría ser la más grande frente a la que ha jugado desde marzo 2020.
“Claro, los fans siempre pueden tener un efecto más con el equipo de casa ¿no?” dijo el defensa Jonathan Bornstein, de cara al partido del sábado. “Yo creo que Atlanta tiene muy buenos fans. Ellos crean una energía muy alta en el estadio, pero yo creo que este equipo anda muy bien mentalmente”.
En los últimos dos encuentros contra Atlanta, el Fire salió con la victoria, pero ambos partidos fueron en Chicago. La temporada pasada, Chicago venció a Atlanta 2-0, pero no obtuvo una victoria de visitante a lo largo de la temporada. Algo que el equipo no piensa repetir.
“Siempre se importante ganar para poder trabajar mejor y para la confianza del equipo”, dijo el mediocampista Gastón Giménez. “Pero sí, el año pasado fue un año muy atípico para nosotros. De todas esas cosas que hemos cometido, esos errores, tratamos de corregir durante el año y ya creo que esta temporada vamos a ser un equipo distinto. Trataremos de tener buenas estadísticas, buenos resultados para la confianza del equipo y para que le funcionamiento siga creciendo. Me parece que siempre es importante ganar, ya sea de local o de visitante”.
El deseo de ganar se refleja en todo el equipo, que asegura estar preparado para el desafío frente al cual se encuentra.
“Va a ser el primer partido de la temporada fuera de casa, pero yo creo que el grupo anda muy mentalmente listo y también físicamente listo para este partido contra Atlanta”, dijo Bornstein. “Podemos superar hasta los fans ayudando a su equipo y tenemos que mantenernos todos unidos y yo creo que este equipo de Chicago estamos listo para esto”.
